Probablemente hayas escuchado la canción “Los 12 días de Navidad.” Es un verdadero clásico. Pero no todo el mundo conoce los verdaderos 12 días de Navidad. En la Iglesia, la temporada navideña en realidad comienza el día después de Navidad y termina 12 días después. Hoy, duodécimo día de Navidad, concluimos esta maravillosa época del año celebrando la Fiesta de la Epifanía.

Al celebrar la Epifanía del Señor, celebramos la revelación de que Jesús nació como el Hijo de Dios. El evangelio de hoy ilustra esta revelación a través de la historia de los tres reyes magos que viajaron para visitar a Jesús después de su nacimiento.

Emprendieron un camino de fe, siguiendo la estrella de Belén hasta llegar al pesebre donde yacía Jesús. Trajeron obsequios que simbolizan la revelación de su divinidad: oro, que asociaba a Jesús como rey. Incienso, que se usaba a menudo en el culto y simbolizaba la santidad de Jesús. Y la mirra, un perfume utilizado para embalsamar, que simbolizaba que Cristo algún día moriría por nuestros pecados.

Al comenzar un nuevo año calendario, es una época de rejuvenecimiento para muchos de nosotros. Una oportunidad para un nuevo comienzo. Una oportunidad para descubrir cosas nuevas y hacer nuestras propias revelaciones. Como lo hicieron los reyes magos del evangelio de hoy, tú también puedes continuar siguiendo tu fe durante este año. Los magos tuvieron una revelación de que el Hijo de Dios vendría, y no tuvieron miedo de seguir sus corazones. No tengas miedo de seguir tu corazón cuando escuches el llamado de Dios.

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