Los Hermanos Encuentran Esperanza y Apoyo en Mercy Home
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Muchos de nuestros jóvenes cargan con el peso de experiencias traumáticas, lo que afecta su salud y su desarrollo social en etapas posteriores de la vida. Estos desafíos a menudo les impiden disfrutar plenamente de su infancia. En Mercy Home, ofrecemos música como terapia y otros recursos terapéuticos para ayudar a los jóvenes a superar estas adversidades. A través de nuestro programa especializado de musicoterapia, apoyamos la regulación emocional, fomentamos relaciones saludables y les permitimos redescubrir la alegría de ser niños.
Por eso, Mercy Home ofrece una amplia variedad de recursos terapéuticos para los jóvenes bajo nuestro cuidado. Entre ellos se encuentra la musicoterapia. Además de la terapia individual tradicional, la musicoterapia puede ayudar a los jóvenes a afrontar experiencias difíciles, regular sus emociones y aprender maneras efectivas de construir relaciones saludables y habilidades de comunicación.
Matthew Kwon es músico autodidacta y musicoterapeuta en el Instituto de Terapia a través de las Artes, y ofrece sesiones para jóvenes en Mercy Home. Kwon combina la música y las artes para llegar a nuestros jóvenes a un nivel más profundo y ayudarlos a procesar sus emociones cuando las palabras no son suficientes.
“Creo que [la musicoterapia] puede llegar a las personas cuando se sienten estancadas y cuando no se les puede contactar,” dijo Kwon. “Además, utiliza ambos hemisferios cerebrales simultáneamente y tiene la capacidad de crear nuevas vías neuronales.”
La musicoterapia puede ayudar a los jóvenes a afrontar experiencias desafiantes, regular sus emociones y aprender formas efectivas de construir relaciones saludables y habilidades de comunicación.
Cada sesión se realiza en nuestra sala de música y es diferente para cada persona, según sus necesidades. Kwon puede jugar juegos musicales con los participantes, dejar que escriban o canten una canción, crear ritmos musicales en un iPad o tocar diversos instrumentos, como el piano, la batería, la guitarra y el ukelele.
“En nuestras sesiones, desarrollamos muchas habilidades para relaciones saludables y estrategias de afrontamiento,” dijo Kwon. “Es importante que sientan que pueden ser ellos mismos y sentirse seguros. Les doy el espacio para apoyarlos y les permito cometer errores y aprender de ellos.”
Pero hay momentos en que nuestros jóvenes dudan en expresar sus sentimientos. En esos casos, Kwon les permite elegir una canción que refleje su estado de ánimo, la cual escucharán juntos antes de hablar sobre el significado y los temas de la canción.
“El procesamiento que hacemos mientras escuchamos una canción les permite sentirse validados por lo que están experimentando,” dijo Kwon.
Josh se ha beneficiado de las sesiones de musicoterapia.
Es muy divertido tocar y desarrollar una relación terapéutica y de confianza [con los jóvenes].
Josh, un residente del Hogar, se ha beneficiado del programa de musicoterapia.
“Ha sido divertido aprender sobre música y cómo interpretar las cosas que me pasan para comprenderlas mejor,” dijo Josh. “Matthew no me presiona. Quiere que todo gire en torno a mí y se asegura de que me sienta cómodo. Está ahí para guiarme, para que salga de mi zona de confort y para apoyarme si lo necesito.”
Este programa no solo ayuda a nuestros niños terapéuticamente, sino que también crea un entorno donde se sienten motivados a participar en su propia infancia. Y para Kwon ha sido muy gratificante verlos crecer y salir de su zona de confort.
“Mercy Home es uno de mis sitios favoritos,” dijo Kwon. “Es muy divertido improvisar y desarrollar una conexión terapéutica y confianza con ellos. Se ríen mucho en las sesiones. Es genial poder contribuir a esa experiencia, ver cómo su personalidad crece, cómo se sienten más cómodos consigo mismos y cómo descubren quiénes son.”
Arturo Gudino, director de admisiones y director clínico de Mercy Home, ha visto lo transformador que ha sido el programa para nuestros jóvenes que luchan por encontrarse a sí mismos.
“Los niños están terminando sus sesiones y realmente lo disfrutan,” dijo Gudino. “Muchos de nuestros jóvenes, cuando llegan a Mercy Home, no saben lo que es la diversión. No saben lo que es ser niños porque algunos tuvieron que cuidar a sus propios hermanos. En Mercy Home, por fin pueden ser niños.”
El programa de musicoterapia no habría sido posible sin nuestros generosos amigos de la Fundación Bruce B. Boyd, quienes apoyaron el programa este año. Nuestros jóvenes expresaron su gratitud en cartas a la fundación.
“Gracias por financiar la sala de música,” dijo Evan, residente de Mercy Home. “Gracias a ustedes, puedo tocar música, ya que es mi principal mecanismo de defensa. Se los agradezco. Gracias.”
“Gracias por la generosa donación a nuestro programa de musicoterapia,” dijo Josh. “Me he beneficiado del programa. Las donaciones que ustedes y otros hacen nos dan a personas como yo la oportunidad de crecer de maneras inimaginables.”
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