Una Buena Bienvenida

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Los problemas parecían seguir a Hunter dondequiera que fuera – o al menos, así se sentía.

Cada mañana, Hunter se despertaba con sonidos de gritos. A su padres les parecía imposible llevarse bien. No había ningún tema por el que no pudieran pelear.

Como hijo único, Hunter se sentía muy solo en su casa. Sus padres se interesaban muy poco por él, pero su vidas personales enredadas y sus luchas a gritos siempre tenían prioridad.

Debido a que sus padres se comportaron de esta manera durante toda su vida, Hunter se comportó mal en la escuela desde muy joven. Estaba desesperado por recibir atención, de cualquier tipo, de cualquiera. Desafortunadamente, esto le valió rápidamente la reputación de ser “difícil” por sus maestros y “extraño” por sus compañeros. Cuando interactuó con alguien en la escuela, fue en una capacidad negativa. No tenía miedo de meterse en peleas con sus compañeros de estudios.

Los problemas parecían seguir a Hunter dondequiera que fuera – o al menos, así se sentía.

Entre las peleas en casa y en la escuela, Hunter no tenía ningún lugar donde sentirse seguro. Soñaba con cumplir 18 años, mudarse de la casa de su padres e ir a la universidad, pero su calificaciones apenas pasaban. Estaba seguro de que su sueño nunca se haría realidad, así que no se lo mencionó a nadie.

Cuando Hunter comenzó la escuela secundaria, fue asignado a un nuevo consejero escolar. Hunter no solía abrirse con la gente, pero por alguna razón se sentía seguro con ella. Tal vez fuera porque ella no lo miraba como si fuera un niño malo, a eso estaba acostumbrado.

Explicó sus problemas en casa y en la escuela, así como su malas calificaciones. Su consejero escolar le dijo que ella encontró una posible solución para él: Mercy Home. Al principio se mostró escéptico. Mudarse de su casa a un lugar desconocido sonaba aterrador. Pero cuando pensó en lo infeliz que era, y siempre lo había sido, pensó que las cosas solo podrían mejorar. Estuvo de acuerdo en intentarlo.

Vivir en Mercy Home no se parecía a nada que Hunter hubiera hecho antes. En casa, estaba acostumbrado a estar solo y hacer lo suyo. A nadie le importaba hasta qué hora se quedaba despierto, si hacía su tarea, o incluso si hacía los quehaceres. Mercy Home era diferente. Siempre estaba con otros chicos, que era algo a lo que tenía que acostumbrarse. Y tuvo que adaptarse a seguir una rutina diaria.

Pero, a pesar de estos cambios, Hunter comenzó a prosperar. Fue agradable tener otros chicos con quienes pasar el tiempo. Y en lugar de la indiferencias que recibió de su padres, fue recibido con cariño por nuestros compañeros de trabajo.

Vivir en Mercy Home no se parecía a nada que Hunter hubiera hecho antes.

¡Lo mejor de todo es que Hunter trabajó duro con su tutores para mejorar su calificaciones y obtuvo su primer A en el último semestre! Él ha compartido su objetivo de ir a la universidad con nosotros y estamos haciendo todo lo posible para apoyarlo mientras logra sus sueños.

Gracias por brindarles a niños como Hunter un hogar cálido y de apoyo donde siempre son bienvenidos y queridos.

Tenga en cuenta: Nos preocupamos profundamente por proteger la privacidad de nuestros niños, los nombres y ciertos detalles de identificación en esta historia se han cambiado.

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