El Nuevo Comienzo De Nick

El Nuevo Comienzo De Nick

Cuando Nick tenía cinco años, vio su primer partido de baloncesto profesional en la televisión. Estaba hipnotizado. Le encantaba la acción rápida del juego, los coloridos zapatos que usaban los jugadores y la emoción de la multitud en las gradas.

Él también quería jugar, pero sus padres no podían permitirse el lujo de inscribirlo en el equipo del distrito de parques. Solo podían permitirse comprarle una pelota de baloncesto para que pudiera jugar solo. Nick le rogó a su hermano mayor que lo llevara al parque para que pudiera practicar. Una vez que tuvo la edad suficiente, comenzó a caminar solo al parque, se unió a los juegos de recolección y practicó su tiro en suspensión durante horas.

Una Comunidad Golpeada por la Violencia

El único problema era que Nick vivía en un vecindario peligroso lleno de actividad de pandillas. El parque donde jugaba baloncesto había sido escenario de múltiples tiroteos. Aunque a veces estaba nervioso por lo que pudiera pasar, su amor por el baloncesto lo seguía atrayendo a la cancha. Al menos hasta una cálida noche en pleno verano.

Nick estaba jugando con varios de sus amigos más cercanos cuando comenzaron a sonar disparos.

Fue un caos. Y cuando los hombres que disparaban se alejaron en su automóvil, Nick se dio cuenta de que le habían disparado a su mejor amigo. Murió antes de que pudiera llegar la ambulancia. Nick se tomó muy mal la pérdida de su mejor amigo. Estaba demasiado asustado y demasiado triste para volver al parque. El baloncesto ya no parecía divertido—era solo un recordatorio del trauma y la pérdida que enfrentó.

Nick incluso dejó de ir a la escuela. Y como sus padres tenían varios trabajos, no había nadie cerca para brindarle el apoyo que necesitaba o asegurarse de que llegara a clase. Nick estaba aterrorizado de salir de casa, deprimido por la pérdida de su amigo y se sentía muy solo.

Cuando los padres de Nick se enteraron de que dejó de ir a la escuela, comenzaron a comprender la profundidad del sufrimiento que estaba experimentando. Pero sabían que no podían brindarle el apoyo que necesitaba. La directora de Nick conocía Mercy Home y pensó que podría ser una buena solución para Nick. Nick estaba ansioso por dejar atrás su antiguo vecindario. Pero la transición a vivir en Mercy Home tampoco fue fácil.

Volviendo al Buen Camino

Nick no estaba acostumbrado a hablar de sus sentimientos. Pero cuanto más tiempo asistía a las sesiones con su terapeuta, así como a las sesiones de terapia de grupo con los otros niños, comenzó a darse cuenta de que la curación venía con el procesamiento de las cosas en voz alta.

Nick también necesitaba ayuda para ponerse al día en la escuela después de perderse tanto. Estaba agradecido por los tutores que trabajaron con él varias veces a la semana para volver a encarrilarse.

Su parte favorita de estar en Mercy Home, como era de esperar, fue nuestra cancha de baloncesto y el gimnasio donde podía practicar sus habilidades de manera segura sin temor a la violencia. Al principio, era difícil para él jugar sin el trauma que experimentaba. Pero nuestros compañeros de trabajo lo ayudaron a procesar sus sentimientos y está comenzando a amar el juego nuevamente.

Nick llegó a Mercy Home sintiéndose desesperado y solo. Pero gracias al apoyo en oración de amigos como usted, él sabe que es un lugar seguro de curación. ¡Gracias!

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