Antonio, un estudiante de la escuela secundaria que actualmente vive en Mercy Home for Boys & Girls, continúa con su rutina matutina como cualquier día de la semana. Se despierta, desayuna y se prepara para la escuela. Pero en estos días, no se sube a un autobús ni se sienta en un salón de clases. En cambio, desde la comodidad de Mercy Home, enciende su computadora, revisa su correo electrónico y abre una plataforma de chat en línea que lo conecta con sus maestros y compañeros de clase.

Con escuelas cerradas en todo el mundo para ayudar a detener la propagación del coronavirus, Antonio, como muchos otros estudiantes de Mercy Home, asiste a la escuela en línea a través de salón de clases virtuales y currículos de aprendizaje en línea.

“Hay una asistencia que hacemos todos los días a las 10 a.m., nos registramos y mis maestros me asignan tareas diarias de cada clase,” dijo Antonio. “La escuela en línea me ha ido bien. La escuela me dio una computadora, que tiene todos los programas que necesito.”

Antonio le gusta comunicarse con sus maestros por correo electrónico y programas de chat. Él dice que este sistema lo está ayudando a mantenerse en la tarea. “He estado manteniendo mi trabajo y los maestros han hecho un buen trabajo asegurándose de que entrego el trabajo a tiempo,” dijo. “Siempre pueden enviarme mensajes.”

Salónes de clases cambian de un entorno físico al mundo virtual, un cambio tan dramático plantea muchos desafíos para los niños vulnerables en Mercy Home, que generalmente tienen un retraso de dos a tres grados en lectura y matemáticas. El cierre de escuelas ha dañado los recursos educativos normales, amenazando con crear más distancia en esta brecha de rendimiento, especialmente para los niños que luchan en los salones de clases tradicionales.

El equipo de Educación y Recursos Profesionales de Mercy Home, sin embargo, entró en acción para cerrar esta brecha. A medida que el cierre de las escuelas se hizo realidad, los compañeros de trabajo diseñaron un amplio plan de apoyo educativo adicional para nuestros hijos para que no se atrasen académicamente.

“Lo más importante que estamos tratando de lograr y mantener es nuestra estructura de apoyo, para que los jóvenes sepan que todavía están siendo apoyados por los miembros de nuestro equipo y por sus escuelas,” dijo Liz Kuhn Tomka (la información en esta página está en Inglés), , Vicepresidenta de Educación y Recursos de Carrera. “Estamos sirviendo como un conducto para esa comunicación e información.”

Los coordinadores educativos, que han sido asignados a cada estudiante en Mercy Home, son una parte fundamental para facilitar esta red de apoyo. Utilizando plataformas de videoconferencia, correo electrónico y conversaciones telefónicas, los coordinadores están ayudando a los jóvenes con tareas de clase virtual, tutoría y visitas con los maestros sobre la finalización del trabajo y cualquier material necesario.

“Se siente bien que los coordinadores me estén dando apoyo,” dijo Antonio. “Me ayudan a mantenerme organizado y enfocado en lo que tengo que hacer. Incluso si estamos fuera de la escuela, todavía tengo que pasar el año.”

Ese tipo de apoyo, dice Antonio, lo está ayudando a mantenerse positivo durante esta crisis.

“Todo estará bien, siempre y cuando siga haciendo lo que se supone que debo hacer,” dijo. “El apoyo de Mercy Home me ayuda a hacer eso.”

Los coordinadores juegan un papel aún más importante para el 55 por ciento de los niños de Mercy Home que reciben servicios de educación especial. Estos jóvenes corren el mayor riesgo de desconexión durante este tiempo. La rendición de cuentas, la flexibilidad, el tratamiento individual, la participación familiar y la consulta frecuente de maestros es útil para una transición sin problemas al aprendizaje virtual.

Los coordinadores están intensificando al proporcionar recursos educativos individuales para estos jóvenes, alterando sus materiales para satisfacer las necesidades y asistiendo a reuniones virtuales con los administradores escolares que brindan servicios de educación especial.

“Todavía hay mucho trabajo de promoción que estamos haciendo,” dijo Tomka. “Parte de eso es asegurarse de que se satisfagan las necesidades de los jóvenes, como ¿tienen acceso a la tecnología? ¿Tienen los recursos que necesitan para hacer su aprendizaje remoto o aprendizaje en línea?”

Mercy Home evaluó rápidamente esas necesidades y, gracias a nuestros generosos donantes, proporcionó computadoras portátiles y servicio de wi-fi a los estudiantes que no tienen una computadora personal o acceso a una conexión confiable a Internet.

Este apoyo es especialmente importante para algunos niños como TJ que hicieron la transición temporalmente a la casa de un pariente o amigo.

“Las reuniones virtuales con mi coordinador me han ayudado a mantener mi trabajo escolar a pesar de que estoy en casa,” dijo TJ. “Todavía recibo los recursos que necesito para tener éxito en la escuela al tener Mercy Home en comunicación constante con mis maestros, mi familia y yo.”

Peter, un estudiante de segundo año en la escuela secundaria, agregó: “Me gusta poder comunicarme con el personal de Mercy Home para poder revisar cómo va todo y para que podamos hacer un registro rápido . Y luego me gusta que el aprendizaje electrónico esté a mi ritmo para que pueda hacer lo que tengo que hacer en mi tiempo y pueda concentrarme más.”

A medida que la mecánica de la estrategia académica de Mercy Home se pone en marcha durante esta nueva era de aprendizaje virtual, Tomka no pierde de vista el futuro.

“Sí, el aprendizaje es importante, pero más que nada, nos estamos asegurando de que los jóvenes se sientan seguros y de que se satisfagan sus necesidades de salud mental porque esa será la base del aprendizaje,” dijo.

Para los niños optimistas como Antonio que están tomando esta crisis con calma al mantenerse positivos, esta base ya está en su lugar, gracias a nuestros generosos donantes que lo hacen posible.

“Estoy muy agradecido por el apoyo del donante,” dijo Antonio. “Si no tuviera un lugar a donde ir ahora, estaría perdido en las calles. Me alegra tener un lugar donde quedarme y un lugar al que volver.”