A veces, el papá de Daisy bebía demasiado.

Comenzó como un pequeño problema. Al principio, ni siquiera parecía un problema. Realmente no.

El padre de Daisy tenía un trabajo exigente. La presión de eso solo pareció aumentar su hábito de beber. Lo que comenzó como un par ocasional de tragos rápidamente se convirtió en un consumo excesivo de alcohol por la noche.

Daisy le tenía miedo a su padre cuando bebía. Se puso furioso y mezquino. Esto llevó a peleas, a veces ruidosas y violentas, entre su padres. Para cualquiera fuera de su familia, las cosas parecían totalmente normales. Pero la vida hogareña de Daisy se volvió cada vez más inestable.

Debido a las peleas con la madre de Daisy, su padre empezó a beber en los bares locales en lugar de hacerlo en casa. Las cosas casi se tornaron trágicas cuando su padre, conduciendo borracho, tuvo un accidente grave. Pasó semanas en el hospital y finalmente fue arrestado. A pesar de esto, siguió bebiendo después de salir del hospital.

Desde el momento en que la madre de Daisy la despertó en medio de la noche para ir al hospital después del accidente de su padre, Daisy comenzó a volverse más negativa con su vida. Aunque temía la ira de su padre mientras bebía, todavía lo amaba. Tenía miedo de irse a dormir, no quería que la despertaran con malas noticias otra vez.

Daisy estaba llena de ansiedad. Entre no poder dormir y preocuparse constantemente, se volvió difícil concentrarse en la escuela. Sus notas bajaron rápidamente. Ninguno de los amigos de ella sabía sobre lo que estaba pasando. Dividida entre la vergüenza y la tristeza, Daisy comenzó a aislarse.

La madre de Daisy notó que su hija no estaba funcionando bien. Le preocupaba el precio que la bebida del padre de Daisy tenía en la familia.

Sintiéndose derrotada, la madre de Daisy comenzó a buscar soluciones para Daisy en por el internet. Cuando se encontró con Mercy Home, supo de inmediato que había encontrado una solución – algo de esperanza en medio de tiempos muy oscuros.

Al principio, Daisy tenía miedo de dejar su casa para ir a Mercy Home. Le preocupaba que les pasara algo a sus padres mientras ella no estaba en casa. Pero después de una larga conversación con su madre, Daisy se vio obligada a admitir que no estaba bien. Tal vez, había una oportunidad para ella, una oportunidad para que Mercy Home pudiera ayudarla.

Las cosas no mejoraron de inmediato. De hecho, Daisy luchó mucho cuando se mudó por primera vez a Mercy Home. Echaba de menos a su madre y no quería abrirse con las otras chicas sobre lo que sucedía en su casa. Pero, finalmente, se armó de valor para compartir su historia.

Daisy y sus padres han estado juntos en terapia familiar en Mercy Home, trabajando para reparar su relación y ayudar a su padre a lidiar con su alcoholismo. Entre el apoyo de nuestras compañeras de trabajo y las otras chicas, Daisy está comenzando a sentirse esperanzada nuevamente. Sus calificaciones están mejorando y está haciendo amigos. Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, sabe que tiene las herramientas para hacer frente, gracias al apoyo de amigos de Mercy Home como tú.

Tenga en cuenta: Nos preocupamos profundamente por proteger la privacidad de nuestros niños, los nombres y ciertos detalles de identificación en esta historia se han cambiado.