Muchos niños llegan a Mercy Home sintiéndose solos, abandonados y perdidos. Leilani no fue la excepción. Cuando llegó a nuestras puertas, estaba abrumada por el dolor y el trauma que había experimentado en el pasado. Desconfiaba de los demás y no se creía digna de la atención o el amor de nadie.

Leilani, de sólo 16 años, se había sentido decepcionada por los adultos de su vida, especialmente por sus padres. Rápidamente se dio cuenta de que no podía confiar en nadie más que en ella misma. La madre de Leilani abusaba del alcohol y las drogas y entraba y salía constantemente de la cárcel. Su padre nunca estuvo presente mientras Leilani crecía. Sin nadie que la vigilara ni la mantuviera a salvo, Leilani fue sacada de su casa varias veces. Vivió en varios hogares de acogida y con familiares, pero nunca en ningún lugar de forma permanente.

Debido a que nunca estuvo en un lugar por mucho tiempo, estuvo matriculada en muchas escuelas a medida que crecía y no pudo forjar amistades duraderas. Esto llevó a Leilani a empezar a faltar a la escuela con frecuencia. Cuando asistía a la escuela, a menudo se peleaba y luchaba por mantenerse al día con sus clases.

Leilani empezó a sentir que no pertenecía a ningún lugar. En casa la ignoraban y no encajaba en la escuela. Es difícil imaginar cómo debió sentirse Leilani al no tener un lugar permanente al que regresar al final de cada día. Sintiéndose abandonada por quienes supuestamente más la amaban, la vida de Leilani continuó fuera de control.

Leilani buscó cualquier cosa para adormecer el dolor que sentía. Rápidamente se encontró con la gente equivocada en la escuela y se unió a ellos en fiestas salvajes. Esperaba que estos nuevos amigos fueran la familia que siempre había anhelado, pero rápidamente descubrió que ellos también se estaban aprovechando de ella. Cuando le permitieron cargar con la culpa de una fiesta que fue disuelta por la policía, supo que, nuevamente, estaba realmente sola.

Fue cuando Leilani llegó a este punto bajo que buscó la ayuda de Mercy Home. Esperaba poder hacer un cambio en su vida antes de que las cosas empeoraran. Incluso en los momentos en los que no estaba segura, nuestros compañeros de trabajo siempre creyeron que ella podía cambiar su vida.

Ahora que Leilani está instalada aquí en Mercy Home, ha logrado grandes avances en sus tareas escolares. Con la estructura y el apoyo que se le ofrece aquí, ha asistido a la escuela con regularidad. Si bien todavía está trabajando para ponerse al día con otros de su edad, sus calificaciones han mejorado continuamente.

Aún mejor, Leilani finalmente encontró la aceptación, el amor y la esperanza que había buscado durante toda su vida. Ahora sabe que tiene un lugar al que regresar en casa, donde está rodeada de personas que se preocupan por ella. Ahora que está aprendiendo a confiar en los demás, a Leilani le resulta más fácil concentrarse en el futuro. Espera graduarse de la escuela secundaria y algún día convertirse en chef.

Estoy realmente agradecido con ustedes, nuestros Compañeros en Oración, por recordar a niños como Leilani en sus oraciones y brindarles el apoyo que necesitan para superar el dolor y el trauma que enfrentaron en sus jóvenes vidas. Gracias a ti, pueden mirar hacia un futuro mejor.

Ten en cuenta: Nos preocupamos profundamente por proteger la privacidad de nuestros niños, los nombres y ciertos detalles de identificación en esta historia se han cambiado.