Al comenzar el mes de Marzo, continuamos nuestro viaje de Cuaresma de cuarenta días. Este viaje nos lleva a la cruz y a la celebración de la Pascua. Durante estos cuarenta días, estamos invitados a unirnos a Jesús en un viaje íntimo de amor, que incluye oración, acercarse a los pobres y solitarios y ofrecer sacrificios personales.

Por el Espíritu

Pero durante este viaje, seremos tentados por nuestros propios pensamientos y deseos pecaminosos, así como Jesús fue tentado por el diablo en el desierto. Pero al igual que Jesús, también somos guiados por el Espíritu. Esto nos da la fuerza y el coraje para resistir cualquier cosa que nos aleje de Dios y decir sí a las cosas que nos acercan al Señor.

Durante la Cuaresma y como seguidores del Señor, estamos llamados a morir a nosotros mismos. Sólo así Jesús podrá resucitar en nosotros. Debemos morir a nuestros deseos egoístas, nuestra necesidad de control, nuestra tendencia a emitir juicios sobre los demás. Al morir a nosotros mismos y dejar estas cosas a un lado, respondemos al llamado a una vida de arrepentimiento y conversión. Oramos, ayunamos y realizamos actos caritativos por los necesitados. La Cuaresma es el tiempo para vivir como vivió Jesús, orar como Jesús oró, y ayunar y dar limosna como él quiere que lo hagamos. Así es como la luz y el amor de Cristo brilla a través de nosotros.

Al reunirnos para celebrar la Eucaristía durante este tiempo santo, sigamos el ejemplo de Jesús y respondamos a la invitación de ayunar, orar y cuidar de los necesitados. Debemos confiar en que nuestra recompensa se encontrará en la esperanza del Cristo resucitado y el cumplimiento del convenio del Señor con nosotros. Nuestra parte de este pacto se hace realidad cuando nos esforzamos por seguir los caminos del hijo y nuestro salvador, Jesucristo. Morirnos a nosotros mismos nos permite resucitar con Cristo. Este es el gran plan de salvación de Dios para nosotros y la gloria de Dios revelada.

Sabe que durante esta temporada de Cuaresma, oro contigo. Espero que también mantengas a la comunidad de Mercy Home en tus corazones y en tus oraciones. Consuélate sabiendo que tú también estás en nuestros corazones y oraciones.

¡Que Dios te bendiga y te mantenga seguros durante esta temporada de Cuaresma! ¡Y oro para que tu corazon se llene del gozo de nuestro Señor Resucitado en este Domingo de Pascua!