¡Qué imposible parece que esté de nuevo deseándote un feliz año nuevo! Es increíble que haya pasado un año más. Cada año es más rápido que el anterior.

Es natural al comienzo de un nuevo año reflexionar sobre las muchas bendiciones del año anterior y mirar hacia adelante a todo lo que traerá este año. Este año, la Misa dominical en Mercy Home celebrará 30 años de estar al aire.

Me siento increíblemente afortunado de ser parte de dos misiones que cambian vidas.

Verás, tanto Mercy Home, que ayuda a los niños necesitados, como nuestra misa televisada brindan servicios vitales a la comunidad de Chicagoland. Estoy increíblemente orgulloso del trabajo de salvar vidas que se lleva a cabo en nuestro Hogar todos los días. Realmente nos hemos convertido en un faro de esperanza para los niños y niñas en crisis.

Por eso creo que nuestro hogar de niños y nuestra misa televisada son una combinación perfecta. Por supuesto, fue diseñado de esta manera desde el principio. Cuando comenzamos a transmitir en 1992, el P. Close vio que la misa dominical en Mercy Home no solo sería un servicio para los fieles ancianos, enfermos y confinados en sus hogares, sino también una fuente de oración para los niños confiados a nuestro cuidado.

La belleza de esto es que nuestros niños también oran por la Parroquia de las Ondas. Se ha convertido en un maravilloso círculo de amor y cuidado que toca la vida de tantos. Espero que te sientas tan bendecido como yo por ser parte de una comunidad de fe tan increíble.

Ahora que comenzamos otro año de transmitir y servir a nuestros niños, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerte por ser parte de hacer de la misión de Mercy Home algo que impacte positivamente la vida de innumerables personas. Recuerda que siempre tienes un lugar en mis oraciones, así como en las oraciones de toda la familia de Mercy Home. Espero que tengamos un lugar en tus oraciones también. ¡En nombre de todos nosotros aquí en Mercy Home, feliz año nuevo!